EL TREN
Guao guao
me cogió el tren, dijo el cubano cuando abrió la cartera y la encontró en un total desapego por tanta soledad y vacío
Qué dirá este humilde tren cuando se entere que no tengo con qué pagarle, se preguntaba el pobre cubano casi al borde del llanto. Pero después recordó que no tenía porqué pagar un tren que no existía, pues por dónde iba a viajar si los rieles de sus movimientos se los habían llevado para a través de ellos mirar hacia el mar desde las casas que construyeron los que no tuvieron la culpa de robárselos, ni de colocarlos frente a las pequeñas olas que la playa
Por eso ahora
Cuba-2012 Enero.
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