EL PATIO DE MI CASA.
"CON QUIÉN BAILAR LA JOTA EN ESPERANTO
"
Nombro con peste la sumisión
de los monopolios que no saben
de lunas ni colores simples.
Los denuncio como una fábula más
de un Pinocho que esconde
tierra abajo su nueva nariz.
Un niño también se llena los estatutos de agua
para borrarlos
para decirles: -Esta es mi costa,
aquí finaliza el patio de mi casa.-
Tenía razón la Yourcenar
es frágil el imán
el techo es bajísimo.
¡Se pueden estallar los cristales!
¡Se pueden acaparar todos los espejos!
Nadie tiene el eco de la quiebra
entremezclando penitencias.
Las misiones de Dios no solo son muchachas
que se admiran.
No solo son muchachas
que se abrigan con las migas de Hansen.
Estamos en la Posada Dekuba.
Y cuenta Efraín que hombres y mujeres se golpean
y que solo hablan los nuevos poetas.
La mesa está puesta.
El monopolio no es una vela de Cavafis
ni un amor entre poetas.
Vientos contrarios ya precipitan su acorazado
para fundar al nuevo ángel.
La imaginación de sus quince minutos lo esperanza
en su desventaja con nuestra ventaja.
No llorará nadie.
Se le irá al mar los paralelos.
El Caribe es nuestro pacto con la edad de los sabios.
Éste es un año raro.
Amanecemos con las manos húmedas
pero cortamos con ellas el pan.
Yo me creo la hoja de vicaria
en el altar de mi abuelo independentista.
Yo me creo la muchacha que entra al mar
sin arrecifes de réplica.
Yo me creo la leve geometría que destroza el aro
tangible del monopolio obligado.
Es leve el lugar donde estamos
pero es un lugar que se nombra a sí mismo.
Para vivir relegando los sagrados textos
no hemos venido.
Venimos a cancelar las rutas de los desamparados.
Un hombre a la mesa va a ser perdonado en el nombre de Dios.
Que bajen cirios y claveles
sobre el loco de los que nombra asesinos a los cuerdos.
Todos estamos educados en el terror.
¿Quién dijo, entonces, miedo
?
¿Quién dijo, entonces, perdónalo Dios
?
¿Quién dijo, entonces, que bajen los cirios
?
Si nombro con peste
para que con peste sea enterrado.
A pesar de la ciudad rota.
A pesar del ángel sin cardinal.
A pesar de la silla ya sin trono.
Dos anhelos no alejan las metáforas.
Ya lo dijo Cristo extirpándose sus propias puntillas:
Yo soy el hijo de Dios en la tierra.
Yo soy El amor
La verdad
Y la vida
CUBA. MAYO 2012.