NICE.

                 Para Odalys García Ricardo, de lo sublime a lo estrepitoso.

                                            Yo podré ser mañana un hombre potentado…

                                                           - Agustín Acosta -

Salgo a la calle con un pañuelo rosadoamarillo atado sobre mi cabeza.  Me hago el loco (como de costumbre).  Costumbre que trata de disciplinar Dulce.  Ella -Dulce- que se viste regiosublime como dicen los gay. Ella que no sabe lo que es un gay.  Tampoco sabe lo que es regiosublime.  El pañuelo sí lo sabe, es de ella. Se lo he usurpado para no decir se lo robé.  Me lo llevé del mismo centro de su cuarto.  Qué cuarto.  Cuarto que también está regiosublime. Cuarto donde quiero dormir.  En lo regio o desde lo regio para lo sublime. En lo sublime. Dulce está en el cuarto.  Yo en mi casa.  Ahora.  Dulce; sublime, sublime… Te tengo.

Mi novia tiene un teléfono estrepitosomoderno.  Estrepitosomoderno en el regiosublime del encanto.  Dulce se llama mi novia.  No tiene nada del otro   mundo, solo que no conoce qué ni quién es gay.  Yo gay.  Se hace la tonta muy tonta, tan supertonta que no conoce nada de la nada. Pañuelo rosado-amarillo aún sobre mi cabeza, y todavía Dulce pregunta, qué es un gay.  ¿La palabra o el concepto?  Le pregunté cierto día en que andaba con esa risita de perra desorejada que marea.  Mareo tuvo el día que le dije,  yo soy un gay.  El gay.  Tu gay.

Tiró el teléfono estrepitosomoderno y corrió, después lloró.  Ella que jamás llora. Cuando le devolví el pañuelo dejó el llanto a un lado.  Recuperó el teléfono y me contó la historia del cerdito.  De su cerdito.  De ese que se baña y duerme dentro de su cuarto.  Cuarto en el que yo quiero estar.  Un animal me espanta, dos me requeteespantan. El cerdito me espanta. Tengo nauseas.  Dulce me besa, yo la beso.  Nos besamos, el cerdito me mira acomplejado, yo lo miro con orgullo.  Está bello.  Me lo quiero comer.  No se puede, es para el cumpleaños.  De quién, ni me lo pregunto; cada cosa tiene su dueño.

El dueño de Dulce soy yo.  Ser gay no me quita ese privilegio.  Como tampoco me quita el privilegio de comerme su cerdito el seis de octubre.  Descubrí un cumpleaños.  Mío no es.  Yo soy un estrepitosomoderno.  No me parezco al teléfono pero casi soy un teléfono.  Dulce, Dulce… qué chévere ser tuyo.  Ya lo descubriste.  A mí.  No lloró pero sí volvió a preguntar qué es un gay.

La encontré en un tropiezo de llamadas, Dulce discaba hacia La Habana, yo hacia Holguín. Siendo lo estrepitosomoderno que soy le lancé la primera  acometida.  Ella serena, siempre serena desde que me conoce.  No me contestó la acometida y se limitó a escucharme.  Qué rico me escucha Dulce, qué rica está Dulce.  Lo gay no quita lo Dulce.

Carlos es mi amigo.  Tiene sobre su cabeza un pañuelo verde-rosado.  Carlos no es pintor.  Yo sí.  Dulce no. Cuando Carlitos llega Dulce lo disimula estrepitosomoderno.  Se va del cuarto.  Carlitos es un tipo muy simple pero le gusta ser gay.  Ser gay es un privilegio, aún más en este país;  te machacan hasta el último huevo que se quitó un gay en la tierra de los europeos.  No aquí.  Allí en Europa tengo a otro Carlitos.  Pero todavía le queda el huevo.  Dulce está genial con el tío ese.  Tiene un auto último modelo very nice.

Carlos no ha tenido que robarse el pañuelo.  Su mami se los manda en unas cajitas de tabaco lo más estrepitosomoderno.  Mami también es nice.  O very nice.  Le dice a Carlitos la niña que más yo quiero.  Dulce me preguntó, por qué le dice la niña.  Dulce me mata con esas preguntas.  Por eso la invito al party.  Vamos Dulce a hacer un party en tu cuarto.  Dulce se sonríe.  Qué coño sabrá Dulce lo que es un party.  Dice Carlitos que cuando Dulce sonríe a él se le nubla el día porque me embeleso en sus labios.  Qué maricón este maricón.  Se hace el regiosublime como el olor del cuarto.  Qué cuarto.  Qué rico.  Carlitos está rico.  El europeo tiene un olor como el cuarto.  Nice  in estrepitosomoderno.  Carlitos no se perfuma. Ya le dijo a Dulce que en el party se enjuagará con semen.  Carlitos quiere ser un estrepitosomoderno.  Yo soy un regiosublime.  Amo a Dulce.  Amo a Carlitos.  Le quito el dinero al europeo.  Soy un estrepitosomoderno.

El cerdito vino a dormir al cuarto.  Nuestro party había comenzado.  El cerdito viene limpio.  Very nice.  Tiene una cinta roja atada en el cuello. Se hace el regiosublime.  Regiosublime le voy a dar yo cuando se me acerque.  Ya no tengo nauseas.  Ya no tengo el pañuelo sobre mi cabeza.  Carlitos tampoco lo tiene.  Dulce se está sonriendo.  Me embeleso.  La muerdo.  Carlitos me golpea.  El cerdito grita.

Dice Dulce que si no es más rico sin ropa.  Carlitos es tan maricón que le encendió una vela para su party.  Party es lo party que él está.  Hoy es el cumpleaños de mi novia.  Mi novia se llama Dulce y es el primer aniversario que pasará en un party.  Party de partirnos un seis de octubre.  No de fútbol. Le regalo mi regiosublime.  Me lo agarra, se lo lleva a la boca.  Lo besa.  Lo ensaliva.  Lo muerde. Lo chupa. Está encantada con el party.  Está encantada con su regalo.  Yo soy un estrepitosomoderno.  Carlitos me coloca lo poco regiosublime por atrás.  Me gusta.  Le digo, la niña que más yo quiero. Y Dulce se agita, se impulsa, se enloquece. El cerdito la hace su regiasublime.  El cuarto está estrepitosomoderno.

Ricardo Arjona, la vela, el cerdito…El cuarto. Somos unos estrepitosomodernos.  Carlitos está perfumado de chaneleche. Yo tengo nauseas.  Dulce me alcanza el pañuelo rosadoamarillo.  Le amarro la boca al cerdito y le regalo lo regiosublime.  Dulce me pregunta, y a mí… Cuándo.

A ti, le contestó Arjona desde el equipo.  A ti cuando tengas un regiosublime que darme.  Le contesté yo desde dentro del cerdito.

Felicidades, novia Dulce.  Ahora y por tu cumpleaños.  Carlitos se tuvo que ir a Europa.  Te dejó cinco pañuelos.  El verdeamarillo es de mi amigo Alex.  Yo te voy dejando al cerdito con mi chaneleche.  También voy a Europa.

                                                23 julio 2007