NO LO PIENSES. TAMPOCO LO MEDITES, SOLO ENGULLE Y ENGULLE, SE TE ASEGURA UN TRIUNFO

Levántate! No te dejes vencer ante las adversidades de la vida, no te dejes arrastrar por la corriente que parece inefable, ineludible, fatal. Aférrate a tus raíces, arremángate o ponte a remar. Sabrás que el mundo no se ha hecho por sí mismo si la conciencia no lo hubiera moldeado. El mundo es contenido por el pensamiento, así, de tal manera construirás tu mundo, tus sueños, tus ilusiones. No te dejes arrastrar por la corriente que parece terrible porque mientras más pienses en ella, más fuerza le darás. Tu pensamiento ha obrado siempre a lo largo de tu vida. ¿Es que no lo sabes? ¿Quien te ha hecho creer que eres lo que no eres? ¿Alguien te ha moldeado a su gusto? Es hora de sacarte cosas viejas, cosas que no funcionan ya. Es hora del cambio y la renovación, es la hora de tu vida, es el momento de tus sueños, es el tiempo de tu tiempo. Porque no tienes más que una vida ¡Vívela como Dios quisiera!. Vive tu vida porque es el cuaderno en el que quedan muchas hojas en blanco por escribir, colores a inventar en la paleta de tu alma. Recréate. Vístete nuevamente de felicidad y camina con la frente en alto. Tú no eres menos que nadie. Nadie puede darte lo que tú no te das. Búscate en el rostro de un niño, mírate jugando como cuando apenas mirabas al mundo renacer en cada ilusión de tu infancia. Vuelve a creer. Vuelve a tu divina raíz y nútrela otra vez con la ilusión. No permitas que alguien quiera vivir la vida por ti, porque sabes que no podrá hacerlo, además de haberte arrebatado un precioso instante en la historia que el universo te ha dedicado, un espacio para que brilles como una estrella y colmes de luz a las vidas que a ti se acerquen, nunca nadie podrá vivir la vida por ti. Nunca dos personas podrán ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. ¡Ámate! No permitas que nada ni nadie destruya ese don precioso que brilla dentro de ti. No permitas que se termine el brillo del amor en tu alma, porque quienes te han amado tanto, aún, con el paso del tiempo te siguen amando y deseándote el bien. Hazles el homenaje de no permitir que nadie quiera doblegarte y someterte a su voluntad. Ámate como ellos te han amado y respétate como el divino sueño de Dios. Reconoce en cada buen recuerdo el germen de tu vida y corrige los errores del hoy podando las hojas muertas del árbol que sostiene tu historia. Rodéate de luz y sé luz. Descansa pero no te dejes caer. No te dejes vencer por las corrientes que parecen tan terribles, tan inefables, no les des mayor atención de la que debes darle, porque si todo el tiempo piensas en las contrariedades de la vida, terminarás confundiéndote con lo mismo que no deseas. Aunque parezca difícil emprender el camino y parezca difícil avanzar, cuando hayas dado varios pasos, estarás nuevamente andando el sendero de la felicidad. Recuérdalo siempre: nunca es tarde para... volver a empezar.

 

Cuba, enero 2013. ¡Engullendo!!!

¡Desde tu alma a la mía!!!

 

idania@cenit.cult.cu

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