DOMINGOS CON VESTIDOS DE MUJER PARA DISIMULAR EL OLOR DEL PEZ

 

“COMO UN VESTIDO MAL DESNUDO EN DIOS”

El dinero no te da la felicidad, pero sí un psiquiatra para buscar el porqué de la infelicidad.

-Woody Allen-

 

 

Las muchachas se compran los vestidos de domingo.

Creen en Dios relevando desnudas a los dominios.

 

No se vencen en la mentira.

A orillas de Dios amenazan a sus cabelleras.

Olvidan abrazadas.

 

Las muchachas no se compran los domingos.

Un vestido puede costarles caro si venden el pez de entre sus piernas.

 

Cuba, enero 2011.

DEL LIBRO: EL DÍA QUE VOLÓ LA AMAPOLA

IDANIA S. BACALLAO ITURRIA

 

 

 

 

 

 

 

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